lunes, 20 de septiembre de 2010

Punto.

Huelga de corazones

Después de mucho tiempo sintiendo, palpitando cada vez que se aproximaba ese polo apuesto, estrechándose cada vez que algo le faltaba, bombeando más o menos rápido cuando estaba acelerado o relajado, el corazón de aquella joven dejó de trabajar. Ya estaba cansado, no estaba llevando la vida que lleva el típico corazón de adolescente que solo se preocupa de sentir emociones divertidas, de terror, o pequeños enamoramientos juveniles. Este corazón había sentido como nunca, había amado como ningún otro.
Pero en esta vida no todo es camino de rosas. No siempre tendrás ese alguien a tu lado. Ese alguien que piense siempre en ti, que no te diga lo mucho que te quiere, si no que te lo demuestre, que no se canse de verte, que te eche de menos hasta cuando está contigo… No, porque no todos somos iguales. Por desgracia este mundo está lleno de todo, y eso lo odio. Odio las personas que te hacen sentir y luego te dejan tiradas, que te dicen que te aman y a la mínima de cambio se piren, que engañen a los demás… no se puede querer a todo el mundo por Dios. Odio la gente que critica el físico de los demás, y a los chulitos que solo te quieren cuando hay alguien delante para fardar de novia. Me toca la moral la gente que va de mejor amigo, mejor novio, mejor amante, mejor marido y que luego en el fondo, solo sean unos mierdas. Y yo ya no lo aguanto más, paso de que la gente me trate como una imbécil, ya es hora de cambiar, ya he aprendido a decir que NO y punto.

2 comentarios:

  1. bueno amaia, pero no siempre es así...que te haya pasado a ti, no quiere decir nada.
    No te ofendas, pero si dices que pasas página la pasas. Pero no hagas esto.

    ResponderEliminar